Todo lo que me queda tiene que ver con vos.
Un placer coincidir en esta vida.

lunes, 24 de mayo de 2010


Puedo ponerme cursi y decir que tus labios me saben igual a los labios que beso en mis sueños. Puedo ponerme triste y decir que me basta con ser tu enemiga, tu todo, tu esclava, tu fiebre y tu dueña. Y si tu quieres también puedo ser tu estación y tu trén, tu mal y tu bién, tu pan y tu vino. Tu pecado, tu diosa, tu asesina. O talvés esa sombra que se tumba a tu lado en la sombra, a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.
Puedo ponerme humilde y decir que no soy la mejor, que no tengo valor para atarte a mi cama. Puedo ponerme digna y decir tóma mi dirección cuando te hartes de amores baratos de un rato me llámas. Y si quieres también puedo ser tu trapecio y tu red, tu adios y tu ven, tu manta y tu frío, tu resaca, tu lunes, tu hastío. O talvés ese viento que te arranca del aburrimiento y te deja abrazando a una duda en mitad de la calle y desnudo. Y si quieres también puedo ser tu abogada y tu jueza, tu miedo y tu fé, tu noche y tu día, tu rencor, tu porqué, tu agonía. O talvés esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra, a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.

El refugio de mi paz (donde SIEMPRE soy feliz)

Las pastillas del abuelo, Salta la banca, De la gran piñata (ay mamá), La perra que los parió, Rock a la orden, Guasones, Ciro, La beriso,
(Callejeros va a tocar, siempre).
Soy de esas que no creen en las casualidades; todo en la vida pasa por algo: el destino ya está escrito y no hay nada que lo pueda cambiar