Tropezamos, nos miramos, sonreímos.
Me gustaste, te gusté, no lo dijimos.
Nos disculpamos, y nos mentimos.
Nos saludamos, nos despedimos.
Pero otra tarde, la misma esquina, y el mismo roce.
Cuesta creer cómo la gente se reconoce...
Nos recordamos, nos alegramos, nos presentamos.
Bien de reojo, sin sospecharlo, ya nos amamos.
Más me gustaste, más te gusté.
No lo dijiste, yo me callé.
La misma tarde, la misma esquina, la misma hora.
Cuesta creer cómo la gente se enamora.