Todo lo que me queda tiene que ver con vos.
Un placer coincidir en esta vida.

viernes, 18 de febrero de 2011

Una lágrima negra rodaba en mi mejilla, mientras que el retrovisor decía "ve qué pantorrillas", el vió un poco más. Saqué un cigarro algo extraño, de esos que te dan risa, me ofreció fuego deprisa y le temblaba la mano. Me preguntó"¿por quién llora?", le dije por un tipo, que se cree que por rico, puede venir a engañarme. No caiga usted por amores, debe de levantarse, me dijo, cuente con un servidor si lo que quiere es vengarse. Y le sonreí. Lo vi abrazando y besando a una humilde muchacha, es de clase muy sencilla, lo sé por su facha. Le sonreía en el espejo y me sentaba de lado... El estaba idiotizado, con el espejo empañado. Le dije doble en la esquina, iremos hasta mi casa, después de un par de tequilas, veremos qué es lo que pasa. Para qué describir lo que hicimos en la alfombra, si basta con resumir que me besó hasta la sombra, y un poco más. 
Desde aquella noche ellos juegan a engañarnos, se ven en el mismo bar.

El refugio de mi paz (donde SIEMPRE soy feliz)

Las pastillas del abuelo, Salta la banca, De la gran piñata (ay mamá), La perra que los parió, Rock a la orden, Guasones, Ciro, La beriso,
(Callejeros va a tocar, siempre).
Soy de esas que no creen en las casualidades; todo en la vida pasa por algo: el destino ya está escrito y no hay nada que lo pueda cambiar