-Prefiero volver a estar loco -dijo él-. No puedo soportar la imagen de lo que he sido.
-Lo podrías si quieres -dijo ella*-
-Nadie olvidará mi locura -gimió él-, ¡Nadie me puede amar!
-Te amo yo -le respondió.
Él alzó los ojos llenos de duda.
-Me has besado para impedir que me vuelva loco. Has tenido piedad de mi.
-No -dijo ella-; te he besado y te volveré a besar, porque te quiero.
*- "dijo Ingrid" en el libro original.